Cuidado por gemas
“Cada gema posee una estructura, dureza y sensibilidad únicas. Preservar su belleza requiere conocer su naturaleza.”

Diamante — La gema eterna
Con una dureza excepcional de 10 en la escala de Mohs, el diamante es resistente, pero no indestructible. Su pureza merece un cuidado refinado.
Recomendaciones Genov:
Utilice un cepillo de cerdas suaves, agua tibia y jabón neutro. Enjuague cuidadosamente y seque con un paño de microfibra libre de pelusa.
Guarde sus diamantes por separado para evitar que rayen otras gemas o metales más blandos.
“Un diamante no solo es eterno: es impecable por esencia.”
Moisanita — La luz infinita
Reconocida por su intenso fuego y brillo superior al diamante, la moisanita es una gema de alta durabilidad (9.25 en la escala de Mohs), perfecta para el uso diario, pero también digna de atención especial.
Recomendaciones Genov:
Use agua tibia, jabón neutro y un paño de microfibra suave. Evite productos abrasivos o químicos.
A pesar de su dureza, evite el contacto frecuente con otras joyas para prevenir micro-rayones superficiales.
“La moisanita no solo refleja luz; refleja carácter.”
Rubí — El fuego eterno
El rubí, símbolo de pasión y nobleza, posee una alta dureza (9 en la escala de Mohs) que lo convierte en una gema excepcionalmente duradera. Su intensidad merece cuidados elegantes y constantes.
Recomendaciones Genov:
Utilice agua tibia, jabón neutro y un cepillo de cerdas suaves para preservar el brillo natural de la piedra.
Evite exponerlo a productos químicos agresivos y limpiezas ultrasónicas no profesionales.
Guarde sus piezas con rubí en estuches individuales para evitar contactos con gemas más duras.
“Un rubí no solo arde: graba su fuego en la memoria.”
Zafiro — La profundidad del cielo
Con una dureza de 9 en la escala de Mohs, el zafiro es una gema ideal para el uso cotidiano sin renunciar a la distinción. Sin embargo, cada zafiro es único, y algunos contienen inclusiones naturales que merecen especial atención.
Recomendaciones Genov:
Lave con agua tibia, jabón neutro y un cepillo suave. Seque con un paño limpio y sin pelusa.
Si su zafiro presenta inclusiones visibles, evite métodos como el ultrasonido o vapor, ya que podrían dañar su estructura interna.
Proteja su zafiro en estuche individual o separado de gemas más duras para evitar desgaste.
“El zafiro no busca atención: la posee.”
Alejandrita — La eterna dualidad
Gema rara y fascinante, la alejandrita es famosa por su cambio de color según la luz: verde bajo luz natural, rojiza bajo luz incandescente. Con una dureza de 8.5 en la escala de Mohs, es duradera, pero requiere atención delicada para preservar su singular fenómeno óptico.
Recomendaciones Genov:
Use agua tibia, jabón neutro y un paño suave. Evite productos abrasivos.
Exponerla por largos periodos a luz solar intensa, ya que puede alterar su birrefringencia y su intensidad cromática.
Proteja de impactos fuertes o caídas que puedan comprometer su estructura interna.
“La alejandrita no solo cambia de color, cambia de alma.”
Esmeralda — Corazón de los jardines
Con una dureza de 7.5 a 8 en la escala de Mohs, la esmeralda es una gema majestuosa pero naturalmente frágil debido a sus inclusiones internas, conocidas como "jardines". Cada pieza es única y merece un cuidado excepcional.
Recomendaciones Genov:
Evite el uso de vapor o ultrasonido. Limpie únicamente con un paño suave ligeramente húmedo.
Evite el contacto directo con perfumes, lociones, productos químicos o ambientes extremadamente secos y calurosos que puedan afectar sus aceites naturales.
Guarde sus esmeraldas por separado, protegidas de golpes o presión excesiva.
“Una esmeralda no se pule: se respeta.”
Tanzanita — El alma violeta de áfrica
Proveniente exclusivamente de Tanzania, la tanzanita es una gema de belleza etérea y tonalidades azul-violeta inigualables. Con una dureza de 6 a 7 en la escala de Mohs, es una piedra delicada que requiere cuidados específicos para preservar su integridad y color.
Recomendaciones Genov:
No use ultrasonido ni vapor. Limpie únicamente con un paño húmedo suave o microfibra seca.
Evite cambios extremos de temperatura, presión directa, impactos o superficies abrasivas que puedan causar fracturas o ralladuras.
Guarde en su estuche individual, alejada de gemas más duras.
“La tanzanita no es eterna por su dureza, sino por su rareza.”
Cuidado por gemas
“Cada gema posee una estructura, dureza y sensibilidad únicas. Preservar su belleza requiere conocer su naturaleza.”

Diamante — La gema eterna
Con una dureza excepcional de 10 en la escala de Mohs, el diamante es resistente, pero no indestructible. Su pureza merece un cuidado refinado.
Recomendaciones Genov:
Utilice un cepillo de cerdas suaves, agua tibia y jabón neutro. Enjuague cuidadosamente y seque con un paño de microfibra libre de pelusa.
Guarde sus diamantes por separado para evitar que rayen otras gemas o metales más blandos.
“Un diamante no solo es eterno: es impecable por esencia.”
Moisanita — La luz infinita
Reconocida por su intenso fuego y brillo superior al diamante, la moisanita es una gema de alta durabilidad (9.25 en la escala de Mohs), perfecta para el uso diario, pero también digna de atención especial.
Recomendaciones Genov:
Use agua tibia, jabón neutro y un paño de microfibra suave. Evite productos abrasivos o químicos.
A pesar de su dureza, evite el contacto frecuente con otras joyas para prevenir micro-rayones superficiales.
“La moisanita no solo refleja luz; refleja carácter.”
Rubí — El fuego eterno
El rubí, símbolo de pasión y nobleza, posee una alta dureza (9 en la escala de Mohs) que lo convierte en una gema excepcionalmente duradera. Su intensidad merece cuidados elegantes y constantes.
Recomendaciones Genov:
Utilice agua tibia, jabón neutro y un cepillo de cerdas suaves para preservar el brillo natural de la piedra.
Evite exponerlo a productos químicos agresivos y limpiezas ultrasónicas no profesionales.
Guarde sus piezas con rubí en estuches individuales para evitar contactos con gemas más duras.
“Un rubí no solo arde: graba su fuego en la memoria.”
Zafiro — La profundidad del cielo
Con una dureza de 9 en la escala de Mohs, el zafiro es una gema ideal para el uso cotidiano sin renunciar a la distinción. Sin embargo, cada zafiro es único, y algunos contienen inclusiones naturales que merecen especial atención.
Recomendaciones Genov:
Lave con agua tibia, jabón neutro y un cepillo suave. Seque con un paño limpio y sin pelusa.
Si su zafiro presenta inclusiones visibles, evite métodos como el ultrasonido o vapor, ya que podrían dañar su estructura interna.
Proteja su zafiro en estuche individual o separado de gemas más duras para evitar desgaste.
“El zafiro no busca atención: la posee.”
Alejandrita — La eterna dualidad
Gema rara y fascinante, la alejandrita es famosa por su cambio de color según la luz: verde bajo luz natural, rojiza bajo luz incandescente. Con una dureza de 8.5 en la escala de Mohs, es duradera, pero requiere atención delicada para preservar su singular fenómeno óptico.
Recomendaciones Genov:
Use agua tibia, jabón neutro y un paño suave. Evite productos abrasivos.
Exponerla por largos periodos a luz solar intensa, ya que puede alterar su birrefringencia y su intensidad cromática.
Proteja de impactos fuertes o caídas que puedan comprometer su estructura interna.
“La alejandrita no solo cambia de color, cambia de alma.”
Esmeralda — Corazón de los jardines
Con una dureza de 7.5 a 8 en la escala de Mohs, la esmeralda es una gema majestuosa pero naturalmente frágil debido a sus inclusiones internas, conocidas como "jardines". Cada pieza es única y merece un cuidado excepcional.
Recomendaciones Genov:
Evite el uso de vapor o ultrasonido. Limpie únicamente con un paño suave ligeramente húmedo.
Evite el contacto directo con perfumes, lociones, productos químicos o ambientes extremadamente secos y calurosos que puedan afectar sus aceites naturales.
Guarde sus esmeraldas por separado, protegidas de golpes o presión excesiva.
“Una esmeralda no se pule: se respeta.”
Tanzanita — El alma violeta de áfrica
Proveniente exclusivamente de Tanzania, la tanzanita es una gema de belleza etérea y tonalidades azul-violeta inigualables. Con una dureza de 6 a 7 en la escala de Mohs, es una piedra delicada que requiere cuidados específicos para preservar su integridad y color.
Recomendaciones Genov:
No use ultrasonido ni vapor. Limpie únicamente con un paño húmedo suave o microfibra seca.
Evite cambios extremos de temperatura, presión directa, impactos o superficies abrasivas que puedan causar fracturas o ralladuras.
Guarde en su estuche individual, alejada de gemas más duras.
“La tanzanita no es eterna por su dureza, sino por su rareza.”
